sábado, 15 de octubre de 2011

¿Qué es la evolución? Parte 2




La aceleración logarítmica de conciencias que van despertando en este último tiempo tendrá que llegar a un momento de calma dentro de los próximos 50 años, puesto que las encarnaciones venideras que se vienen materializando hace otros 50 ya con la aparición de los índigos y cristales, están cerrando un ciclo no al azar de sincronicidad entre las mentes actuales y el cambio de era, toda una conspiración celestial para la exaltación del espíritu que tenemos el honor de experimentar los que todavía estamos en este meollo.
Todo es aprendizaje, aún más el dolor, nuestro gran maestro terrenal y material, el Maestro Dolor, aquel que nos enseña los caminos de la evolución, el señor que nos abre los ojos al conocimiento,  ese que nos lleva a la bifurcación de senderos a elegir en el momento máximo de las crisis, la emoción que nos lleva al borde del precipicio para mostrarnos los umbrales de la luz, el gobernante que nos obliga a convertirnos en lo que odiamos o simplemente volvernos a la luz.
El primer paso hacia la evolución, por suerte o por desgracia, lo da la existencia del dolor, aun cuando ya se viene a este planeta con cierto nivel de alta vibración, porque es la razón por la que encarnamos en la tierra, la gravedad, la fricción, y otras leyes físicas que nos hacen interactuar con el dolor en nuestras dos de tres partes físicas en este plano; la mente emocional  y el cuerpo físico.
Es sabido que para poder sumergirnos a las profundidades del océano necesitamos un traje especial, mas sabido aún que para entrar en un edificio en llamas y trabajar en la extinción de las mismas también necesitamos un traje acorde… y que también para sobrevivir a las vicisitudes de las temperaturas e intemperies de ésta realidad física necesitamos vestimenta o cobertores de nuestra piel  para no sufrir innecesariamente las desincronizaciones de la salud.
De la misma forma nos ponemos este cuerpo físico súper extrasensorial diseñado por la conciencia creadora para poder fagocitarnos con la naturaleza terrenal, este traje carnal de lo más sofisticado del universo, nos permite interactuar en todas sus dimensiones con la vibración del planeta tierra, este mismo elemento que nos mantiene en el suelo es el que nos hace experimentar las emociones en la mente, a través de las experiencias físicas, ya sean el amor romántico o el mismo dolor entre otras sensaciones.
Ese traje que llamamos cuerpo es la conexión con nuestro yo superior y la conciencia, lo que experimentamos en él lo absorbe el espíritu y lo graba en la conciencia, para evolución o involución, y nos mantiene materiales hasta el momento en que su tiempo de funcionamiento se termina. Algunos seres entran en la encarnación con ese traje malversado de acuerdo con cada karma o con cada función en esa misma encarnación, ya sea para modificación de la personalidad y por ende del espíritu con el paso del tiempo, o ya sea para crear compasión en seres en pos de su inminente evolución a base de haber aprendido ya sobre el amor y la compasión en si misma….

Si tenemos en cuenta que al fin y al cabo la evolución no es mas que la muestra de que aprendimos sobre el amor universal y que ya somos capaces de amar a nuestros enemigos con la comprensión y la compasión universal de los seres creadores y de alta vibración, entonces hemos comprendido y llevado a la conciencia otro paso en la misma evolución, saber que en una encarnación o en otra, nuestra realidad se tornará intrínsecamente hacia el embudo que lleva a la existencia del amor universal y su calidad de vibración pura en donde la verdadera felicidad eterna es el alimento primario del espíritu.

La meditación es la experiencia sin dolor….

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